EUROPA
PRESS
6 julio
2016
La piel del cuero cabelludo es más propensa a las quemaduras, por
su ubicación en el cuerpo y porque es más sensible a la radiación solar debido
a que no ha estado expuesta de forma habitual. Por ello, especialistas
recomiendan evitar, en lo posible, una exposición progresiva para prevenir
lesiones.
"La
cara o el dorso de las manos son zonas que habitualmente están expuestas al sol
y se pigmentan a lo largo del tiempo con lo que el sol les afecta menos que a
zonas como la piel de la calva que pasa muchos años sin que le de la luz
solar", ha explicado el dermatólogo del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, doctor Javier Pedraz.
El
cuidado de la piel de la calva debe ser más exhaustivo que en otras partes del
cuerpo, ya que es una zona muy expuesta al sol. "Lo ideal es utilizar
medios físicos de protección, como gorros o sombreros lo suficientemente opacos
para dejar pasar el mínimo de radiación. Si esto no es posible, hay que
utilizar cremas de protección solar; de hecho, existen cremas de protección
solar específicas para esta zona del cuerpo o para zonas con pelo", ha
aconsejado el especialista.
La
exposición puede propiciar la aparición de manchas, además de las llamadas
queratosis actínicas o lesiones solares que tienen una superficie rugosa.
"Estos problemas deben ser tratados ya que tienen probabilidad de
malignizar en el futuro", ha destacado el doctor.
Además,
afirma que los tumores más comunes en la piel de esta zona son los epiteliomas basocelulares o espinocelulares
que, "si se detectan con prontitud, no ofrecen problemas en su
tratamiento". Añade también que "los melanomas no son frecuentes en
la calva porque inciden más en piernas en las mujeres y en el tronco en varones
porque se asocian a exposiciones intermitentes al sol", ha concluido.